Un libro escrito en 1945 interpela con aguda crudeza a la pedagogía de nuestros días. Fernand Deligny, en la línea de El maestro ignorante de Ranciere, destituye la figura del saber docente para abrir un ancho cauce a la investigación de nuevos modos de pararse frente a un aula, Ni siquiera “frente” sino más bien dentro, formando parte de una unidad de afectos y sentidos constituida por las humanidades de maestro y alumnos y su atravesamiento por los modos escolares.
El autor fue docente y director en instituciones receptoras de pibes problemáticos, trabajó con Henri Wallon en su laboratorio de psicología del niño, estuvo en la clínica La Borde junto a Jean Oury y Félix Guattari y convivió con niños autistas a fines de los años ´60.
De esa vasta experiencia surge este libro, desgarradoramente bello, en el que vuelca bajo la forma de aforismos, su enorme experiencia, sus frustraciones, sus encuentros y su implacable crítica a las formas convencionales de la docencia “para la Disciplina o para la Libertad”.
El libro contiene, además, una introducción del autor de 1960 y sendos acompañamientos en notas de César González, el Colectivo Juguetes Perdidos y Diego Valeriano.
Semilla de crápula
Fernand Deligny
Edición: Dispares, Tinta Limón, Cactus,